Jovenes compran inciensos y sales de baño para coger nota parecida a la de la marihuana o cocaína

Se mercadean como inciensos para aromatizar el ambiente, o como sales de baño, pero los adolescentes la están comprando para su consumo y coger una notita parecida a la de la marihuana o la cocaína.

Se trata de unas nuevas drogas de diseño, que son vendidas de forma legal a través de la Internet, botánicas o health foods bajo el disfraz de ser esencias aromáticas, pero que muchos jóvenes -entre los 12 y 17 años- las están utilizando para irse en un viajecito que los podría llevar, incluso, a la muerte.

Así lo advirtió, ayer, Gary Boggs, agente especial de la Administración Federal Antidrogas (DEA) en una conferencia de prensa telefónica en la que participó Primera Hora.

El agente federal indicó que estas nuevas drogas de diseño tienen componentes sintéticos que son mezclados con algunas hierbas que cuando son consumidas por el ser humano provocan un desorden en el organismo y comportamiento. Además, no son detectadas en pruebas de dopaje.

En el caso de los inciensos, Boggs dijo que se trata de unos productos que aunque su envase dice que no es apto para el consumo, están siendo distribuidos con esta intención, pues su efecto podría ser similar al de la marihuana debido a los químicos canabinoides con los que son creados.

En el mercado cibernético, este tipo de producto se pueden conseguir en páginas como Amazon, Alibaba o The Official K2 Incense. Sus nombres o marcas pueden variar, pero entre los más famosos se destaca K2, Spice y Blaze.

Primera Hora verificó uno de los sitios de la Internet y es irónico cómo en uno de ellos mercadean el K2 diciéndole al consumidor que tienen tremendas ofertas y que se apresuren a comprarlos pues “serán prohibidos muy pronto”.

Y es que según Boggs, la DEA decretó una medida de emergencia contemplando frenar la venta de las esencias aromáticas que contengan substancias químicas que se usan para producir la droga y que fueron denominadas JWH-018, JWH-073, JWH-200, CP-47, 497 y cannabycyclohexanol. Sin embargo, las investigaciones están en proceso “y podrían demorar años” por lo que su venta continúa siendo legal y su mal uso una amenaza para la generación de jóvenes en las que cada día tiene más adeptos.

A juicio del psiquiatra Víctor Toraño la acogida de estos productos se debe a que “los compuestos que tienen los supuestos inciensos tienen efectos similares a la THC (Tetra Hidro Cannabinol) que tiene la marihuana y tiene potencial adictivo... por eso le dicen la marihuana sintética”, explicó el también director del área de tratamiento de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca).

Toraño agregó que entre los efectos inmediatos que podrían sentir los usuarios que se fuman el incienso se destaca “una sensación de bienestar, como si estuvieran en high y el tiempo les pasara lento”. Pero, ojo, a los muchachos y, en especial a sus padres, su impacto al organismo es nocivo e incluyen efectos irritantes en el sistema respiratorio y al sistema nervioso central. Y si se mezclan con alcohol o bebidas energizantes, se estaría creando tremenda bomba letal para el individuo.

¿Bañito relax? ¡sí pepe!
De otra parte, Boggs indicó que en el caso de las famosas sales de baño se han convertido en una especie de cocaína sintética que tiene “bien preocupada” a la DEA.

El agente federal explicó que el detalle con estos productos es que contienen un estimulando llamado metilendioxipirovalerona o mephedrone (MDPV), una sustancia que no está regulada por la ley federal porque se supone que no sea para el consumo humano.

Pero lo cierto es que estos polvitos -distribuidos con marcas conocidas como Ivory Wave, Ivory Snow, Blue Silk y Vanilla Sky, entre otras- una vez fumados, inhalados o inyectados, afectan los neurotransmisores del cerebro.

Algunos de los efectos secundarios pueden ser convulsiones, paranoia, pérdida de visión, alucinaciones, pensamientos suicidas y síndrome de dependencia, según se ha podido comprobar con los pacientes que han llegado intoxicados a salas de emergencia en Estados Unidos.

De hecho, durante la conferencia se destacó que algunos estados como Florida, Louisiana, Dakota del Norte y Hawaí se ha tomado acción ante la cantidad de jóvenes que están utilizando las drogas tanto a través del incienso como de las sales de baño.

“Uno de los problemas es que algunas de las drogas sintéticas son tan nuevas, que la data que requiere la DEA al momento de considerarlas para prohibirlas es limitada”, dijo en un tono frustrado Boggs, al explicar que la mayoría de los productos se manufacturan y exportan de India, China y Pakistán.

“Es lamentable ver como hay personas que venden estos productos sabiendo que son perjudiciales”, expresó.

ojo a nivel local
Según Waldo Santiago, oficial de asuntos públicos de la División del Caribe del DEA, en Puerto Rico la agencia federal se encuentra atenta a las tendencias sobre la oferta y demanda de estas sustancias en el mercado local.

“Aunque aún no se ha encontrado que exista un problema significativo, sí tenemos información sobre la disponibilidad, en menor escala, de estas sustancias en algunos establecimientos, y de su adquisición a través de la Internet. De llegarse a una determinación final sobre su control, la prioridad sería la investigación de organizaciones dedicadas al tráfico de éstas a gran escala, y no en los usuarios individuales”, expresó Santiago, al recordar que para la década del noventa el tráfico del éxtasis -una droga de diseño que proliferó en las discotecas de la Isla y las llamadas fiestas rave- surgía desde Southbeach, en Florida.