El orgasmo femenino tiene un lugar especial en el calendario por una sencilla razón: hay muchas mujeres que no lo experimentan. Este hecho, precisamente, fue lo que llevó a José Arimateio Dantas Lacerda –concejal de la localidad brasileña de Esperantina– a proponer la creación de esta celebración, hace más de una década.
Dantas estaba muy preocupado por ese 71% de mujeres que, según un estudio, no lograba el ansiado orgasmo durante las relaciones sexuales. Lo cierto es que Dantas logró su cometido y hoy nos encontramos hablando sobre tan peculiar festividad.
Esta fecha tiene su origen en una desalentadora cifra, como bien decíamos. De aquí se desprende lo siguiente: ¿cómo se obtiene esta información? Es decir, hacer una encuesta que tenga como objeto determinar cuántas mujeres llegan al orgasmo no es tan sencillo como preguntar “ por qué candidato votará usted en las próximas elecciones”.
Si esto último cuenta con un grado de dificultad, imaginen lo complejo que debe ser medir determinados aspectos de la vida íntima. ¿Cuántas mujeres responderán? ¿Cuántas responderán con la verdad? Una cosa es la política; otra cosa, lo que ocurre dentro de las sábanas.
A pesar de todo, las cifras ayudan a tener un panorama de la situación. En tal sentido, estudios publicados en diversos medios coinciden en lo siguiente: la mayoría de mujeres, en efecto, tienen problemas para llegar al orgasmo.
Una explicación está relacionada con el modelo estándar de relación sexual, es decir, aquel que prioriza la penetración: mediante esta vía, los hombres aseguran su orgasmo ya que el pene es el órgano que recibe el mayor flujo de estimulación. Pero no ocurre lo mismo con ellas.
De hecho, solo dos o tres mujeres de cada 10 consiguen el clímax durante la penetración vaginal. El resto requiere la estimulación del clítoris, el órgano del placer femenino por excelencia.
La falta de estímulo apropiado, entonces, es uno de los grandes obstáculos para que ellas alcancen el orgasmo. Cuestión nada grave, seamos honestos, pues se arregla con una buena dosis de información, motivación y, sobre todo, comunicación de pareja. Que esta fecha, entonces, sirva para que damas y caballeros le presten atención al orgasmo femenino: ellas deben convencerse de que tienen todo el derecho a gozar plenamente, y ellos deben dejar el egoísmo y estar atentos a las necesidades de sus compañeras. Hay mucho por trabajar, explorar y sentir. No vale fingir.
