El presidente estadunidense Barack Obama y la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, sostuvieron hoy una breve pero acalorada discusión en Phoenix, durante una gira presidencial de tres días por varios estados.
El encuentro ocurrió luego de que Obama bajó del avión presidencial, y Brewer salió a su encuentro sobre la pista en el aeropuerto Phoenix-Mesa Gateway.
Reporteros que acompañan a Obama dijeron que los dos líderes entablaron una conversación “intensa” durante algunos minutos.
En un momento de la conversación, Brewer fue vista apuntar con el dedo a Obama, y en otro, ambos se arrebataban la palabra, tratando de imponers, mientras varios fotógrafos de prensa captaban la escena.
Brewer explicó después que Obama se quejó por la forma en que lo describe en su libro de memorias “Scorpions for Breakfast” (Alacranes para el desayuno), donde lo critica por “sentirse superior”.
“Estaba un poco alterado por mi libro”, dijo Brewer a periodistas que viajaban con Obama. "Yo le dije que tengo todo el respeto del mundo por la oficina del presidente”, afirmó.
“El libro es lo que el libro es”, dijo. “Le pregunté si había leído el libro. Él dijo que leyó el extracto", comentó Brewer.
Brewer reprochó al presidente sentirse “superior” durante una reunión que sostuvo con Obama en junio de 2010 en la oficina oval, aunque en entrevistas con la prensa después de ese evento, Brewer describió el encuentro como cordial.
Por su parte, en un comunicado, la Casa Blanca emitió su versión, según la cual, “la gobernadora entregó al presidente una carta y le dijo que lo invitaba a reunirse con ella”.
Obama “le dijo que estaría encantado de reunirse con ella, pero hizo notar que después de su último encuentro, una conversación cordial en la Oficina Oval, la gobernadora describió la reunión de manera errónea en su libro”, añadió.
Las relaciones entre Arizona y el gobierno de Obama se han tensado desde que fue promulgada la polémica ley antiinmigrante SB 1070, la primera ley estatal para combatir la inmigración indocumentada y que animó luego otras leyes estatales parecidas.
El gobierno federal ha interpuesto demandas contra cada una de esas leyes estatales, al sostener que la inmigración es un asunto reservado al ámbito federal.
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