ZAGREB.- Un original museo de Zagreb dedicado a las relaciones amorosas fracasadas iniciará dentro de poco su primera gira europea después de haber alcanzado una gran popularidad internacional tras su inauguración el pasado abril de 2008. Es que no se ha visto cosa igual.
Cualquier persona, por muy alejada que esté, puede donar por correo tradicional o electrónico, objetos, mensajes telefónicos y otros recuerdos de su relación sentimental marchita que desea desechar, o visitar parte del "legado emocional colectivo" creado por las donaciones más variopintas.
"El proyecto ha tenido un enorme éxito...Vamos recibiendo todo tipo de aportaciones del mundo entero. Gran Bretaña, Francia, Italia, India, Vietnam, Malasia, Japón, Corea, EEUU y otros países", aseguró la creadora del museo, Olinka Vistica.
Han donado objetos tanto personas de 16 años como una mayor de 60, y la 'obra' expuesta más antigua es una caja de recuerdos de una abuela cuyo querido, Karlo, se ahogó en 1920 en un río.
Olinka y su ex novio, Drazen Grubisic, idearon el museo, claro está, cuando rompieron.
Primero sus amigos acogieron y alentaron el proyecto, y la ex pareja invitó más adelante a todos aquellos con mal de amores por una relación rota a entregar sus aportaciones.
"El primer impulso es destruir o tirar todo lo que os recuerde una experiencia a veces dolorosa y traumática. Pocas veces somos conscientes de que, en realidad, estamos destruyendo testimonios de unos hermosos momentos emocionales", explicó Olinka.
Su intención, recalca, ha sido crear cierto tipo de "refugio para esa valiosa historia emocional, para objetos que albergan tanta energía hermosa y única, un legado emotivo colectivo".
"Habiendo sobrepasado nuestro propio fracaso emotivo logramos con el tiempo no ser destructivos, sino creativos. Con el Museo quisimos ofrecer esa oportunidad a todos", aseguró su creadora.
Donaciones de todo tipo
Los múltiples objetos enviados de todo el mundo forman una enciclopedia del amor marchito, en la que hay poesías, un cuadro al óleo enviado del Reino Unido, un vestido de bodas de Italia o, incluso, un cálculo procedente de la vesícula biliar de un esloveno que lo consideró consecuencia y recuerdo de una relación dolorosa y apasionada.
Las donaciones son anónimas, aunque deben ir acompañadas de una fecha y varias frases que describan por qué ese objeto reviste un significado sentimental especial.
Así, bajo un teléfono móvil se lee: "Me regaló su móvil para que no volviera a llamarle".
Mientras que debajo de otra pieza -un osito de felpa con la inscripción "Te quiero"- dice: "¡Mentira, maldita mentira!. Este osito sobrevivió en el fondo de un armario sólo porque no tenía culpa de nada, a diferencia del idiota que me lo regaló".
El museo iniciará su andadura internacional en agosto en Liubliana (Eslovenia), mientras concreta su presentación en Venecia y París, y ha sido invitado a Estambul y Londres.
Lo peculiar es que los ciudadanos de los lugares que recorre la muestra itinerante también donarán recuerdos, cartas, fotografías de su antiguo amor y el posterior distanciamiento.
"La interacción con el público es el elemento más importante del proyecto". Así que cada exposición está precedida por una "recolección de objetos", precisó Olinka a Efe.
Cualquiera puede ponerse en contacto con el museo, asegura la promotora del proyecto, a través de la dirección de Internet info@brokenships.com, recibir instrucciones y un formulario para rellenar si quiere enviar algo.
Aparte de la colección de objetos reales, el museo tiene su sección virtual, en inglés www.brokenships.com, en la que cada usuario que se registra puede almacenar directamente fotos, correos electrónicos y mensajes de teléfono o examinar creaciones ajenas.
Al usuario apenado se le ofrece la posibilidad de bloquear el acceso al material emocional que depositó por cierto tiempo: tres, seis meses o el tiempo que requiera para recuperarse de la dolorosa experiencia, y luego, al convalecer, puede moverlo a la galería común.
El museo dispone también de un 'confesionario', una habitación en la que uno puede encerrarse y grabar sus últimas palabras secretas sobre la relación fracasada y depositar otros mensajes.
"Quién sabe, tal vez al final, según el tipo de las donaciones podamos hacer un estudio sociológico sobre si el amor es en realidad universal o difiere de cultura a cultura", concluyó Olinka, que espera visitar con su museo también España.
Ya en estos tiempos se ve cada cosa pero me alegra de que haya un museo asi donde la gente puede expresar su dolor o sus mas anhelados recuerdo a travez de sus objetos y recuerdos de sus antiguas relaciones. Es como un especie de desahogo para el alma y el corazón. Espero que algun dia pueda ver ese museo en vivola en Nueva York o en Europa cuando este de visita por alla.
Recuerden, el sitio de internet del museo de las relaciones rotas es http://www.brokenships.com/
Fuente: Elmundo.es
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