“Nací aquí en Miami... a la orilla del mar, y crecí escuchando música americana, soul, r&b, jazz, con mis amigos”, cuenta Grau, de 38 años. En contraste, detalla, en su casa “se escuchaba pura música cubana de Celia Cruz, La Orquesta Aragón... entonces para mí es normal cantar cosas que tengan que ver con mis dos influencias desde niña, lo llevo en la sangre”.
Grau, quien habló por teléfono con La Voz desde Miami, donde reside, puede ser la gran revelación femenina de la salsa en este 2013 con su primer disco que, adelanta, saldrá en el verano.
La punta de lanza del disco es precisamente el tema Last Dance, originalmente interpretada por la fallecida cantante estadounidense de música disco y soul Donna Summer.
Grau dio a conocer el tema a principios de año y con él se ha ido abriendo camino en estaciones de radio de salsa y discotecas de música afroantillana.
El que irrumpa en el medio artístico una nueva cantante femenina de salsa es casi en sí mismo una noticia, ya que el género está dominado por cantantes varones. Desde la cantante puertorriqueña India, que surgió a la fama en 1985, no ha salido otra artista de gran calibre.
Grau, para su primer disco, se puso en las manos del productor, arreglista y pianista cubano Carlos Infante, quien en su palmarés cuenta el haber trabajado como arreglista y productor de artistas como los cantantes cubanos Celia Cruz y Willy Chirino y los españoles Rocío Jurado, Raphael y David Bisbal.
Grau, quien empezó a tomar clases de canto desde niña, es una cantante espectacular, gracias a su poderosa y educada voz en un rango entre mezzosoprano y contralto, de los más graves para voz de mujer.
Las cosas raras
“A los siete años comencé a tomar clases, porque se les metió esa cosa a mis padres, con la maestra cubana Susana Hadalina y ella me enseñó todas las técnicas al estilo cubano, cosas muy raras. Nos acostábamos en el piso y me ponía una tabla en el abdomen y teníamos que cantar controlando la respiración y sin que se cayera la tabla”, rememora Grau.
La cantante dice que ahora, visto en perspectiva, ella agradece esas “cosas raras” que aprendió con Hadalina, quien, en Cuba, labró un nombre como cantante de ópera antes de mudarse a Estados Unidos y dedicarse a la docencia.
“Gracias a ella y esas cosas raras es que ahora controlo tanto la respiración. Tengo mucho aire para cantar, controlo mucho mi diafragma”, dice Grau sobre su técnica.
“Hadalina sabía la música que a mí me gustaba y me ponía a cantar temas de (la cantante estadounidense) Barbra Streisand, que me encantaban, pero también me enseñó a cantar boleros”, rememora.
Escrito por David Dorantes de La Voz De Houston
No hay comentarios:
Publicar un comentario