
El magistrado, considerado uno de los jueces más liberales e influyentes en la corte, por la señoría que le han dado sus casi 34 años en el tribunal, representa un desafío para la Casa Blanca, que apostará por mantener el balance judicial.
En una carta enviada por Stevens a Obama, el juez dijo: “He concluido que es el mejor de los intereses de la Corte, tener a mi sucesor nombrado y confirmado antes del comienzo del siguiente periodo de trabajo”, es decir en octubre.
Hasta el momento se ha hablado de posibles sucesores para Stevens, entre ellos la procuradora general Elena Kagan (49) y los jueces de la corte de apelaciones federal Merrick Garland (57) y Diane Wood (59).
"Buscaré a alguien con un pensamiento independiente, un récord de excelencia e integridad, una dedicación fuerte por el estado de derecho, y un agudo entendimiento en cómo la ley afecta la vida de las personas. Espero que el Senado se mueva rápidamente en las siguientes semanas para debatir y luego confirmar a mi nominado, para que pueda asumir su cargo en tiempo para el periodo de otoño de la corte”, dijo Obama.
No obstante, el futuro no parece tan despejado, en comparación con el clima que afrontó Sonia Sotomayor. Los demócratas más moderados enfrentan duras críticas por parte de algunos grupos tras la aprobación de la reforma de salud y tan sólo quedan siete meses para las elecciones legislativas.
Eso implica que republicanos, demócratas y grupos altamente conservadores y liberales pondrán una presión enorme en este tema.
Sin ir más lejos un reflejo del difícil clima que afrontará la persona que seleccione el mandatario es que actualmente el Senado tiene pendientes 217 confirmaciones, a diferentes cargos presentados por la Administración.
Pero demasiado duro el viejito como juez. Dichoso y bienaventurado el que sale por su propio pie de un trabajo a la edad de 90 años.
Fuente: El Diario La Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario