

Los atentados, que según datos provisionales han costado la vida a 38 personas y causado heridas a otras 70 -muchas de ellas de gravedad-, han ocurrido con un intervalo de algo más de media hora en dos estaciones clave, que se encuentran unidas entre sí por una misma línea (la línea roja) y son a la vez puntos de transbordo con otras líneas. Ha sido precisamente en la línea roja donde han sucedido las explosiones, primero en la estación Lubyanka, a las 7:56 horas de la mañana (dos horas antes en España), y luego, en Park Kulturi, a las 8:40 horas.

Aunque de momento ningún grupo se ha adjudicado la autoría del ataque, el Kremlin apunta como responsables a los islamistas de Cáucaso del Norte, una región plagada de insurgentes y cuyos líderes ya han amenazado con ataques a ciudades e infraestructuras en Rusia.

En los dos casos, las explosiones han tenido lugar en el interior de trenes cuando estos se encontraban en la estación, por lo que entre las víctimas hay tanto pasajeros a bordo de los vagones como los que se encontraban en los andenes. A los atentados han seguido confusión y momentos de pánico, según testigos, así como falsas alarmas sobre otros atentados que no se han confirmado.
El fiscal de Moscú Yuri Semen ha manifestado que las explosiones respondían a un mismo modelo y supuestamente han sido provocadas por terroristas suicidas que llevaban los explosivos pegados al cuerpo. Esta hipótesis ha sido avalada después por el Servicio Federal de Seguridad que ha añadido que los supuestos terroristas eran mujeres, y así se lo ha comunicado al presidente ruso, Dmitri Medvédev . De entrada se había barajado la posibilidad de que los explosivos se hubieran activado a distancia con un teléfono móvil.
El jefe del Servicio Federal de Seguridad (SFS), Alexandr Bórtnikov, ha afirmado que las mujeres suicidas procedían de Cáucaso del Norte. "Según los datos preliminares, los atentados fueron cometidos por grupos terroristas que tienen relación con el Cáucaso del Norte. Ésta es la versión principal", ha dicho Bórtnikov al informar a Medvédev, según las agencias rusas. Bórtnikov ha asegurado que "en el lugar de las explosiones se encontraron fragmentos de los cuerpos de dos mujeres suicidas (...), que se cree que proceden de Cáucaso del Norte". Las fuerzas de seguridad rusas buscan ahora a otras dos mujeres que acompañaron a las terroristas suicidas hasta la entrada del metro moscovita y que fueron filmadas por las cámaras de seguridad del metro. Asimismo, están tras la pista de un hombre de unos 30
años, con barba y vestido con una cazadora azul, gorra de béisbol oscura y zapatillas deportivas blancas, que también podría estar relacionado con el atentado.
La estación de Lubyanka se encuentra junto a la sede central del Servicio Federal de Seguridad (SFS), la antigua KGB de la Unión Soviética, por lo que el primer atentado puede considerarse un desafío simbólico contra la institución encargada de dirigir y coordinar la lucha contraterrorista.
Nueva York y Washington estan Chiva Regal y activaron un plan de seguridad tras el ataque de Moscú.
Fuente: El Pais
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